¿Qué es la baja visión?

Baja Visión es la condición visual que padece una persona con una reducción importante de su visión, que no mejora utilizando la adecuada corrección en gafas, lentes de contacto e incluso acertados tratamientos médicos, farmacológicos o quirúrgicos, lo que dificulta la realización de actividades en la vida cotidiana.

Se considera que un paciente tiene Baja Visión cuando tras la mejor corrección óptica, su Agudeza Visual en el mejor de los ojos es menor o igual de 0,3, o un campo visual inferior a 20º.

Esta pérdida visual puede tener su origen en diferentes enfermedades que afecten al nervio óptico o a la retina, manifestándose con pérdidas en el centro o en la periferia de la visión.

1 DEGENERACIÓN MACULAR ASOCIADA A LA EDAD
La húmeda es menos frecuente, alrededor del 15% del total, pero la más grave: rápidamente progresiva, incluso en pocos meses, y compromete de forma muy importante la visión de los detalles. Puede complicarse con fenómenos proliferativos neovasculares.

La seca es más frecuente afectando a un 85% de los casos. Más benévola que la anterior, la progresión es lenta. Donde existen factores de riesgo asociados a esta  enfermedad: La edad es el  más importante, suele aparecer por encima de los 60 años. La exposición a la luz y los ojos claros. Los factores genéticos. El tabaco. Déficit de nutrientes.
El tratamiento se aborda de distinta forma según el tipo de DMAE de que se trate, en el caso de la SECA es muy importante la prevención así como la progresión de la enfermedad.
Se están utilizando fármacos intravítreos conocidos como anti-VEFG (antiangiogénicos) y se ha descubierto que una proteína del sistema inmune combate la degeneración macular asociada a la edad.

En cualquier caso, sea del tipo que fuera, cuatro puntos deben ser los pilares de la terapéutica:
-Abandonar el hábito de fumar.
-Protegerse frente al sol usando filtros selectivos.
-Visitar periódicamente al oftalmólogo a partir de los 50 años, sobre todo si se tienen antecedentes familiares.
-Incluir en la dieta ciertos nutrientes que previenen el riesgo de padecer la enfermedad.

2. RETINOPATÍA DIABÉTICA

La Diabetes afecta a diferentes órganos del cuerpo (ojos, corazón, riñones , etc?). La afectación de la vista por la diabetes es especialmente grave cuando ocurre en la retina. Se calcula que entre el  6 y el 10% de la población tiene Diabetes Mellitus, y de todos ellos el 60% tendrá afectada la retina cuando lleven más de 20 años desde que fueron diagnosticados.

La Retinopatía Diabética se clasifica en función de la gravedad que presente:

-Sin Retinopatía diabética aparente,
-Retinopatía diabética leve,
-Retinopatía diabética moderada ,
-Retinopatía diabética severa,
-Retinopatía diabética proliferativa, la forma más grave.

La Diabetes Mellitus es una enfermedad crónica y como tal debemos tratarla día a día durante años. Es, por tanto, fundamental que el paciente controle su situación general y  llegado el momento el momento se someta a los tratamientos oftalmológicos.

 

3 GLAUCOMA

Se engloban un grupo de enfermedades que provocan daño progresivo en el nervio óptico. Esta neuropatía degenerativa de dichas fibras se agrava con el tiempo, el campo visual va disminuyendo hasta desaparecer, si no es tratado, acaba en ceguera irreversible. Generalmente su causa está relacionada con la dificultad para evacuar el humor acuoso con normalidad, se produce un incremento en la presión intraocular y un daño en el nervio óptico. Existen ocasiones en que la lesión neuronal, se produce con tensiones oculares, también se asocia a tensión arterial baja y a enfermedades vasculares.

Es una enfermedad asintomática hasta fases avanzadas y produce una ceguera irreversible. La visión perdida por glaucoma no se recupera.

Solo en un ataque de glaucoma agudo se aprecia sintomatología clara: dolor intenso, enrojecimiento, visión borrosa, nauseas y vómitos?

Presentan mayor riesgo de padecer glaucoma: Personas mayores de 60 años. Familiares directos de glaucomatosos. Los miopes elevados. Personas con tratamiento crónico con corticoides, diabetes mellitus y otras patologías vasculares.

La revisión de la tensión ocular a los 40 años debe ser obligada, incluso antes si es familiar de un enfermo.
La detección precoz del problema y su correcto tratamiento es la mayor garantía para preservar la visión.

4. RETINOSIS PIGMENTARIA

Grupo de desórdenes genéticos que afectan a la capacidad de la retina para responder a la luz.

La retina es la capa de células sensibles a la luz que recubre internamente la parte media posterior de ojo y que convierte los rayos lumínicos en impulsos eléctricos que viajarán al cerebro a través del nervio óptico. Hay fundamentalmente dos tipos celulares: conos y bastones. En la RP ambas células mueren. Las primeras en degenerarse son los bastones, situados en las regiones periféricas de la retina y responsables de la visión nocturna y periférica.

Cuando los conos, células más centrales, se ven afectados aparece una  pérdida de la percepción de los colores y de la visión central.

Se estima que un porcentaje elevado de enfermos con retinosis, a los 40 años son legalmente ciegos,  con campos visuales de menos de 20º.

Sintomatología:

1. Pérdida o dificultad de adaptación a la oscuridad.
2. Disminución de visión periférica (visión en ?túnel? o en ?cañón de escopeta?).
3. Disminución de la visión de los colores y de la agudeza visual.

El diagnóstico se basa en la clínica, el examen de fondo de ojo, la campimetría y el estudio neurofisiológico (electrorretinograma).

Desgraciadamente la RP de momento no tiene cura, se han descrito ciertos beneficios con la administración de vitamina A, pero la correlación riesgo/beneficio no es en absoluto determinante. Es aconsejable el uso de filtros selectivos.

En cualquier caso son preceptivas las ayudas de baja visión y la rehabilitación visual. En la actualidad hay distintos experimentos que dan esperanza a estos pacientes.

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